¿Estas en condiciones de hacer algo diferente?

Sientes que vas en piloto automático prácticamente todo el día. Vives en un entorno donde no experimentas la sensación de que estás aportando todo el valor que tienes. Parece que no llegan a fraguarse todos esos planes que tenías a principio de año.

Si te ha ocurrido alguna vez, ya sabes a lo que me refiero. Si lo estás viviendo, puedes estar tranquilo porque en el fondo seguro que eres consciente de que “esto también pasará”.

Lo que ocurre es que muchas veces, ante esta situación y dependiendo de la personalidad, creencias, expectativas, valores y otros muchos parámetros que influyen en nuestro comportamiento, nos forzamos a seguir construyendo como si no hubiera un mañana, sin foco, sin visión y lo peor, perdiendo de vista nuestros sueños.

Si estás en el grupo de los que saben parar, reflexionar y asumir la responsabilidad de volver a recuperar lo que siempre habían soñado dando de corazón y no desde la apariencia, enhorabuena por estar despierto. Sin embargo, en muchas ocasiones, se produce un vacío que llenamos desde la parte material o desde relaciones que no nos nutren, sólo por no afrontar ese momento de “realidad”.

Y a veces, lo primero que necesitas es descansar, aunque esto suponga un desequilibrio en tu proceso emocional. Aléjate de esas batallas diarias que sólo provocan agotamiento mental y toma el control, pero de ti desde el dejar ir.

Porque para dar un paso adelante, atrevernos y mostrarnos con autenticidad, tenemos que ver con claridad y aunque suene complicado en esta vorágine diaria, tener una mente despejada implica descansar.

No hace falta estar siempre perfecto: lo imperfecto es signo de que eres humano. Verás como cuando menos te lo esperes, renacerás.

Todos los días serán malos si los pasas sobreviviendo. A veces necesitamos tiempo para recuperar nuestra esencia, volver a hacer cosas diferentes y empezar a creer que es posible vivir, comenzando a renacer desde ti.