Llevo tiempo reflexionando sobre por qué hay gente que consigue la mayoría de cosas que se propone y por el contrario hay gente que siempre está estancada en un punto muerto. Gente que está inmersa en un círculo vicioso del cual no puede escapar y no le permite avanzar. Y estoy absolutamente convencido que se debe a la ACTITUD.
Yo no quiero caer en un falso positivismo, ni decir que la vida es de color de rosa ni mucho menos. Porque aunque me licencié en psicología y actualmente está muy de moda la psicología positiva, también me he doctorado en #palosquetedalavida, el último la muerte de mi padre hace nueve meses.
Por mi forma de ser y por mi profesión tengo la suerte de conocer a muchas personas, cada una de su padre y de su madre, con sus cosas buenas y sus cosas malas. Pero es cierto que en estos años tan duros en los que la crisis nos está poniendo a prueba, me estoy encontrando por el camino a gente normal que hace cosas increíbles. Gente que no se deja poner contra las cuerdas y coge el toro de la vida por los cuernos. Gente que al igual que tú y que yo tiene problemas y en muchos casos, bastante pero que bastante peor que los nuestros.
“LE DIJERON AL NIÑO: ¡HAY QUE GANARSE LA VIDA! Y EL NIÑO, INOCENTE, RESPONDIÓ… ¿LA VIDA ESTÁ PERDIDA?” Alex Rovira
Me da igual si tú eres ingeniero, fontanero, abogado, barrendero, directivo, peón, marqués o postulante al trono en “Hombres, Mujeres y Viceversa”. Si vienes de buena familia o de una humilde. Si te ha tocado la lotería genética o no. Muchas veces no podemos elegir las cartas que tenemos pero si podemos elegir la forma en que las jugamos.
Hoy hay mucha gente aplicando a las escasas ofertas de trabajo que se publican. Y teniendo la posibilidad de elegir entre tantos candidatos “lowcost”, formados y preparados ateniéndonos a la ley de la oferta y la demanda… Para mí la diferencia está en la actitud que presente el candidato.
Yo ya doy por hecho que has pasado por la universidad, que seguramente hayas hecho un máster especializándote en alguna materia y que por supuesto estás haciendo todo lo posible por dominar el idioma de Shakespeare. Pero eso es lo que tú dices que has hecho y yo quiero ver lo que tú eres capaz de hacer. Quiero que me demuestres la ilusión, las ganas y la pasión que le vas a poner a tu trabajo. Por muy mal que estés no puedes ir a las entrevistas mendigando un puesto de trabajo, porque entonces te darán limosnas laborales.
Hay que huir de la gente que pasa por la vida sin pena ni gloria, que parece que le tienen que dar cuerda para que se mueva, que echa balones fuera y atribuye todos sus problemas a otros y no asume su parte de culpa… Has estado dos años cobrando el paro y no lo aprovechaste para mejorar tu empleabilidad ¿Entonces de qué te quejas? Se está mejor viviendo de rentas y sacando abdominales en el gimnasio.
¿De verdad crees que a los demás nos han regalado lo que tenemos? ¿De verdad te crees tan importante como para pensar que todo el universo ha montado un complot para fastidiarte la vida? Por favor, cambia de actitud y coge las riendas de tu vida. Demuéstrate y demuéstranos que eres capaz de hacer cosas increíbles. Demuéstrate y demuéstranos que sin estudios superiores se puede ser un crack y que no hace falta tener un máster del universo para imprimirle pasión a todo lo que haces. Ya lo dice Kike Sarasola en el título de su libro “Más ideas y menos másters”… Es decir la cuestión no va de estudios, ni de en qué familia te has criado, esto va de que tu actitud frente a la vida es el secreto que te conducirá al éxito sea cual sea tu definición de éxito.
Y si después de leer esto consideras que es muy fácil escribir este post desde mi posición, y que es muy fácil hablar de actitud sin tener “problemas como los tuyos”. Déjame mostrarte un pequeño fragmento de un libro de Viktor Frankl, que este señor sí que lo pasó peor que tú y que yo.
“Los que estuvimos en campos de concentración recordamos a los hombres que iban de barracón en barracón consolando a los demás, dándoles el último trozo de pan que les quedaba. Puede que fueran pocos en número, pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias, para decidir su propio camino.”(Frankl,1946)
Rubén, como para ti, Viktor Frankl es un indispensable para mi.
Completamente de acuerdo contigo, la actitud lo marca todo.
Delicioso post Rubén, desgraciadamente en este país hemos avanzado poco en cuestión de actitudes ante el trabajo, con crisis o sin ella. En mi día a día seguimos teniendo que elegir con el ratio de siempre: nada de 3…siempre me quedo con el que cubre mínimos y sobresale en actitudes, es decir, el mismo candidato que sobresalía entre 10 y ahora lo hace entre 1000. Llevo más de 10 años en esto, y doy fe de que raramente me ha fallado. Abrazos.
Hola Nacho,
Me alegro que te guste. Yo pocas veces he despedido a alguien porque no fuese bueno técnicamente pero si lo he hecho porque su actitud no era la correcta. ¿Habrá que revisar los modelos educativos?
Un abrazo
Excelente Rubén, como siempre, y qué gran verdad…
Tras unos meses seleccionando perfiles, técnicos, pero sobre todo más básicos, tengo más claro si cabe que la selección comienza con ese primer contacto, ya sea telefónico, a través de un papel o virtualmente, y en todos esos soportes se transmite esa Actitud de la que tu hablas. Como ha afrontado cada uno su propio período de cambio, elegido o impuesto, pero en cualquier caso cambio. Qué ha hecho en esos tiempos “en blanco” que tan enriquecedores pueden resultarnos, tanto laboral como personalmente. Y como esa Actitud deviene en un elemento diferenciador frente a otros perfiles similares.
Hola Marta,
Gracias por tus palabras, me alegro que te guste el post. Es cierto, es mucho más importante la actitud con la que te enfrentas a tus candidaturas y no tanto el CV (siempre que cumplas los mínimos) sobre todo en perfiles más básicos. Ya sabes “empleabilidad” vs abdominales…!
Un abrazo 🙂
Rubén, creo que has expresado en el pensamiento de muchos de los que desarrollamos nuestro trabajo orientándonos a las personas y, sobre todo, lo has hecho llamando a las cosas por su nombre. Felicidades!!! Un abrazo
Hola Elisa,
Tu comentario es un verdadero regalo. Me alegra mucho que mis pensamientos sean compartidos por grandes profesionales como tú. Hay veces que a las cosas hay que llamarlas por su nombre 🙂
Un abrazo!!!