«Silicon Valley es otra liga.
Pasar una semana allí escuchando como lo hacen los grandes te pone las pilas. A la vuelta y en tu empresa podrás clonar o no lo que allí ves -porque los ritmos y tamaño de cada empresa son diferentes- pero sí, seguro, vas a bailar con las más guapas…
Me ha servido para marcar mis grandes objetivos y concretar los pequeños para alcanzarlos».