Mi primer trabajo lo conseguí, tras haber finalizado la carrera, a través de un anuncio en un periódico nacional en el año 97.
Mucho ha llovido desde entonces, no solo en las empresas sino también en la forma de reclutar y buscar empleo.
Quizás los nativos digitales no conciban la búsqueda de empleo mediante otras herramientas que no sean las redes sociales, pero los que somos “okupas digitales” como me gusta referirme a los llamados inmigrantes digitales, hemos conocido otras formas mucho más arcaicas y primitivas hoy en día.
Queda para el recuerdo, las tardes de los domingos revisando las páginas salmón de los periódicos a la caza y captura de ofertas de empleo.
En aquellos momentos no podíamos ni imaginarnos la revolución que se avecinaba con las redes sociales.
La irrupción de los portales de empleo fue una gran revolución. Era impensable que pudiésemos tener a golpe de ratón un montón de ofertas de empleo sin necesidad de tener que comprarte medio kiosco y pasarte varios días mandando CV y cartas de presentación.
Sin embargo, la verdadera revolución estaba todavía por llegar, e incluso pienso que para el área de RRHH no termina de llegar. Y son las redes sociales como una herramienta vital en el trabajo de los profesionales de RRHH..
Reconozco que como okupa digital, he llegado tarde y he entrado como un elefante en una cacharrería: dando una patada a la puerta y colándome de lleno.
Mi llegada ha sido un tanto precipitada y casi más fruto de la necesidad de tener que salir de mi zona de confort que otra cosa.
Hasta que me decidí, me solía decir a mi misma:
“Eso de las redes sociales no es para tanto”
“Las redes sociales son para otros perfiles profesionales más tecnológicos”
“Nosotros los de RRHH trabajamos con personas y necesitamos interactuar de forma más cercana, ¿cómo va a ayudarnos las redes sociales en nuestros objetivos?”
“Las redes sociales están bien para un ratito y entretenernos pero no nos va a dar de comer”
“Los portales de empleo on line son lo mejor de lo mejor para reclutar y buscar empleo”.
¿Te suenan algunos de estos comentarios?
Quizás en algún momento tu mismo lo has llegado a pensar. Yo lo hice durante mucho tiempo hasta que descubrí lo que estas podían aportar.
Vayamos por partes:
Las redes sociales son una de las mejores herramientas, por no decir que es la mejor, para hacer reclutamiento y búsqueda de talento. Y ello por varias razones:
A los profesionales de RRHH nos permite poder seguir el rastro digital de los candidatos. Hasta ahora íbamos a la entrevista con la información que nos facilitaba un CV y poco mas. En definitiva íbamos con muy poca información sobre lo que un candidatos realmente hacían y no tanto lo que decían que hacían que es lo que refleja un CV. No nos olvidemos que lo de maquillar, hinchar y adornar los CV está a la orden del día, incluso en estos momentos. Lo bueno es que con el rastro digital es bastante sencillo poder detectar si gran parte de la información que se incluye en un CV es real así como ver aspectos que en una entrevista serían difícilmente identificables, salvo que el proceso sea larguísimo y repleto de pruebas de todo tipo(algo que es poco habitual), como pueden ser la actitud, valores, idoneidad del candidato con la cultura de la empresa e incluso su nivel de conocimientos.
Las redes sociales son un escaparate donde poder ver lo que en realidad saben hacer los candidatos.
¿Quién podría pensar hace unos años que podría abrirse un canal en youtube para colgar videos donde poder enseñar al mundo lo que sabía hacer?
Y más aún, ¿podíamos llegar a pensar que gracias a tener un blog, un canal de youtube, una fan page en Facebook… podíamos llegar a conseguir trabajo?
¿Qué prefieres, salir a buscar el talento o esperar a ver qué llega cuando ponemos un anuncio en un portal de empleo?
No es de extrañar que haya procesos de selección que se alarguen indefinidamente porque no dan con el candidato adecuado. Lo cierto es que resulta difícil poder descubrir talento cuando recibes 500 candidaturas o mas para una posición.
Los portales de empleo están viviendo horas bajas por la masificación de candidatos y las pocas posibilidades de encontrar talento. Al final terminamos reclutando trabajadores pero seguro que se queda mucho talento por el camino dado la propia rigidez de los propios portales y sus herramientas.
¿Y si pudiésemos encontrar esos candidatos gracias a nuestra red de contactos de Linkedin, por ejemplo, o por interactuar en las diferentes redes sociales?
Las redes sociales han llegado para quedarse, y durante mucho tiempo, ¿por qué no aprovechar las ventajas que nos pueden ofrecer?
Excelente artículo Isabel. Muchas gracias por compartirlo.
Gracias Juan Carlos por tus palabras!!!
Me gusta la expresión “okupas digitales” me parece apropiada. Los que crecimos con los videojuegos Atari y el Spectrum tenemos que adaptarnos a las Redes Sociales. Los RRHH lo van haciendo pausadamente pero ahora cuentan con más posibilidades de valoración.
Estupendo post Isabel. Un saludo
Gracias Miguel Angel. Creo que debemos de ser de una edad muy parecida con lo que, como yo, habrás vivido muchas de las cosas que cuento en el post. Yo me defino okupa porque en realidad nadie me ha invitado a las redes ni he crecido con ellas ni nada. Además pienso que ha llegado el momento de que metamos la directa con las redes sociales y nos olvidemos de miedos y prejuicios. Un placer verte por aquí!!
Pero no olvidemos que también tienen su lado oscuro pues algunos reclutadores utilizan las redes sociales para descartar candidatos, y me consta, al observar fotos del candidato en facebook en situaciones un poco comprometidas en su tiempo de ocio. Yo no estoy en absoluto de acuerdo en descartar a un candidato por una foto de facebook.
Por esta razón P.J. nunca hubiese llegado a llevar al periódico El Mundo a ser el más vendido de España.
Un saludo.
Manel Macià.
Hola Manel: Aquí hay un tema, y es la ética de cada persona. Tanto la del candidato como la del reclutaor. Los candidatos tienen que ser conscientes de la infomación que suben y los reclutadores necesitamos ser honestos con la información que manejamos. Ni la una ni la otra la podemos presuponer. Es un ejercicio de madurez.
En verdad comulgo contigo, Egrese en el 98 con algunos años de experiencia ya, Gracias a la madre necesidad.
¿Qué nos espera hacia los años por venir?
Hola Martín:
Pues creo que nos esperan unos años de muchos cambios, de flexibilizar, de hacer las cosas de manera diferente, de desaprender y reaprender.
¿Estás preparado?
Muy interesante …..Gracias!!!
Gracias a tí Lucas!!!
Hola, me parece bastante coherente todo lo que dices, aunque habría que tener en cuenta las circunstancias particulares de cada persona.
Hoy en día está el “casi todo vale”, el mercado tiene poca oferta, la demanda es elevada, las personas hacen todo lo posible por encontrar empleo, no obstante aunque se mienta o no se diga toda la verdad en el currículum cuando se comienza a trabajar se notará, eso irá en perjuicio de la persona contratada y hará un flaco favor al colectivo de desempleados, con la verdad se va a todos los sitios.
Yo, siempre he pensado que un buen jefe no va a despedir a un buen trabajador, lo mismo que un trabajador no va a marcharse de una empresa si esta satisfecho.
Pero como digo, cada persona es un mundo y actualmente todo es muy complejo, por mi edad he vivido otras épocas, jamás tuve problemas, quizás había menos derechos pero no había tanto miedo a perder un empleo.
En fin, esta todo como muy enmarañado, casi nadie esta satisfecho, el empresario se queja del coste que supone contratar y si encima tiene que despedir más caro aún. El trabajador porque tiene un salario ridículo, que no da para mucho, consecuentemente no se involucra en la empresa, es como la pescadilla que se muerde la cola.
Y, ya termino con mi caso, actualmente estoy desempleado desde hace tres días, por mi edad es complicado encontrar empleo (hoy cumplo 59 años) cuando pienso que la experiencia es valor añadido, pero aquí en España la edad suele ser un hándicap. Tengo ganas, fuerza, ilusión, mi mentalidad es de empresa, sé que puedo dar y aportar mucho todavía, he trabajado muy duro toda mi vida y es lo que deseo, seguir activo, estar activo, el trabajo da vida, al menos para mi.
Por si supieras de algún empleo, relacionado con el área administrativa, te facilito mi currículum (aquí no hay falsedades, de hecho puedes llamar y pedir referencias).
Gracias de antemano.
Saludos,
Juan J. Navarrete
http://navarreterodrig.cv.fm/
Hola Juan:
Lamento que estés en esa situación.
Yo pienso como tú, que las mentiras en los CV se detectan pronto. Lo que ocurre que estamos inmersos en la cultura del cortoplacismo.
Lo queremos todo para ya y que sea bueno, bonito y barato. El mercado laboral ha cambiado y ni las empresas ni los candidatos ni los reclutadores nos hemos dado cuenta.
Las empresas porque piensan que como hay mucha gente desempleada siempre tendrán a alguien que querrá hacer un determinado trabajo, los candidatos porque siguen buscando trabajo de la misma forma que hace 5 años y los reclutadores porque siguen usando los mismos métodos que hace 5 años.
El cambio ha llegado y para quedarse mucho tiempo.
Gracias por tu comentario.